
Las redes sociales de sus empleados en la experiencia de marca de la empresa
Los comentarios, imágenes o comportamientos inapropiados lo dejan en ridículo, se pierde la confianza en la empresa y el potencial de negocio disminuye.
Un estudio de Edelman señala que el 64% de los consumidores compran o boicotean una marca basándose en su posición sobre un tema social o político. Esto demuestra que el propósito de una marca es más que un eslogan; es un compromiso con los valores que los consumidores exigen.
Traigamos unos ejemplos: La transformación de UPS de «what brown can do for you» a «united problem solvers» no solo fue un cambio de eslogan. Reflejó una redefinición estratégica hacia la resolución de problemas complejos, una postura que resonó con un aumento del 10% en la percepción positiva del cliente, según un informe de Brand Finance.
Pampers, por otro lado, nos muestra cómo la inmersión profunda en las necesidades y deseos de las madres llevó a una revolución de marca, pasando de enfocarse en la absorción = sequedad a mejorar el sueño y el desarrollo del bebé. Esto no solo cambió la percepción de la marca, sino que disparó sus ingresos de 3.4 mil millones a 10 mil millones de dólares en una década, según Procter & Gamble.
Pero ¿cómo aplicar estas lecciones? Aquí hay algunas estrategias clave:
El propósito de la marca es el norte que guía todas las decisiones y acciones. Es el vínculo que une a los empleados con una misión común y a los consumidores con una historia en la que pueden creer. Para los gerentes de hoy, comprender y cultivar este propósito no es solo una buena práctica; es una necesidad estratégica para cualquier marca que aspire a ser relevante en la mente y corazón de sus comunidades internas y externas, físicas y virtuales.

Los comentarios, imágenes o comportamientos inapropiados lo dejan en ridículo, se pierde la confianza en la empresa y el potencial de negocio disminuye.

Cada paso en el viaje del cliente es crucial, pero hay uno que se destaca por encima de todos: el momento en que, con entusiasmo, recibe el producto que ha comprado. Sin embargo, ¿qué pasa cuando este momento tan esperado se ve empañado por una mala gestión logística o de posventa?