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¿Apostarle al Brand Entertainment?

“Permanecer relevantes y cautivar audiencias” aparece a menudo en los planes de mercadeo de las empresas, pero en la ejecución, siguen siendo simples vendedores de productos o servicios. Para que una marca se convierta en creadora de experiencias y entretenimiento, debe arriesgarse a conectarse con su público de una manera fresca y memorable.

El 2023 ha presenciado un auge sin precedentes en la intersección entre las marcas y el entretenimiento, con un énfasis especial en los videojuegos y las comunidades descentralizadas. Más que simplemente colocar un logo o producto, están creando experiencias inmersivas.

La línea entre el contenido publicitario y el entretenimiento ha ido desvaneciéndose de manera significativa en los últimos años. En un mundo donde las audiencias están constantemente bombardeadas con anuncios, la necesidad de sobresalir y resonar con el público nunca ha sido más crítica. Aquí es donde entra en juego el Brand Entertainment.

¿En dónde?

Los formatos más populares para integrar contenido de marca son los concursos y los juegos. Estos son seguidos por películas, documentales y series web. Para los gerentes de mercadeo, gerentes de marca y publicistas, esto representa una oportunidad dorada de interacción, ofreciendo entretenimiento y comunicando valor mientras se refuerza el reconocimiento y lealtad de marca.

También El 2023 está presenciando una revolución en cómo las marcas se comunican mediante comunidades descentralizadas, ecosistemas en línea autónomos y democráticos, que están cobrando un papel central en la construcción de relaciones genuinas entre marcas y consumidores. Estas comunidades valoran la autenticidad y la interacción bidireccional; la gente se siente escuchada, puede participar, incluso cocrear contenido, y durante todo ese proceso se le está vendiendo.

¿Cuándo está una marca lista para el Brand Entertainment?

Si puede marcar estas tres casillas, ya tiene lo básico para plantearse un proyecto de Brand Entertainment:

  1. Tengo una comprensión profunda de la audiencia, conozco a mi público, entiendo lo que los mueve, lo que les gusta, sus hábitos y preferencias.
  2. Tengo una buena y auténtica historia para contar, que me permite insertar el producto de manera significativa en la narrativa.
  3. Tengo los recursos y la capacidad de inversión para garantizar la alta calidad y el sostenimiento de este proyecto en el tiempo.

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